lunes, 4 de noviembre de 2013

LA IMPORTANCIA DE SABER COMUNICARSE

     Una de las herramientas más importantes que posee el ser humano es la palabra, con ella nos podemos comunicar, expresar nuestros deseos, una información, una advertencia, una aclaración, o simplemente decir algo que en el momento y en la circunstancia te hacen expresar.

     La comunicación juega en la sociedad actual un papel preponderante. Y este fenómeno se observa tanto en el ámbito empresarial (publicidad) e institucional, en el ámbito escolar, como en el personal. Incluso las estadísticas señalan que, tanto hombres como mujeres, empleamos la mayor parte de nuestro tiempo útil en tareas que se engloban dentro del área de la comunicación. Por ejemplo, se calcula que ese tiempo representa el 90% de nuestra vida cotidiana y que se distribuye de la siguiente manera: 45% escuchando, 30% hablando, 16% leyendo y 9% escribiendo.
     
     Por tanto, la comunicación se convierte en el eje central sobre el que giran las relaciones humanas y, por consiguiente, también laborales, con nuestros familiares, nuestros profesores, compañeros...Pero hay que saber distinguir entre comunicación e información, dos términos que, con frecuencia, confundimos. La información se limita, básicamente, a la transmisión de datos de un emisor a un receptor, mientras que la comunicación comprende un proceso mucho más complejo, que se relaciona con el intercambio de ideas y conocimientos, a partir de los cuales, se genera una respuesta o feedback por parte de la persona que recibe dicho mensaje.

      Una cosa está clara. Hoy más que nunca, es innegable que el saber comunicarse bien con los demás, constituye una de las claves por excelencia para tener éxito en nuestras profesiones y para enriquecer nuestra vida social y familiar. Si no decimos lo que pensamos, la gente que tenemos a nuestro alrededor no entenderá lo que nos pasa , lo que nos preocupa, lo que nos interesa. No sabrá lo que nos gusta y lo que nos disgusta, y eso puede terminar siendo una fuente de conflictos, porque en ocasiones podemos terminar diciendo las cosas a destiempo y “explotar” de forma inadecuada, … en casa, en el colegio, con los compañeros, con los hermanos, en el trabajo, con los hijos,...

      También es muy importante saber escuchar como elemento clave para tener una comunicación adecuada. Como alguien dijo un día “si Dios nos puso en la cabeza dos orejas y una sola boca, es porque hay que escuchar el doble de lo que se habla”. El saber escuchar tiene como resultado que mejoras no solo lo que oyes, para su mejor comprensión, sino que además ayuda y facilita un mejor entendimiento de lo que expresan los demás. Y esto cobra más importancia  a la hora de escuchar a nuestros hijos: antes de decir NO,... escuchemos, antes de prohibir,... escuchemos, porque para decir NO o para prohibir siempre hay tiempo. Nuestros hijos no son solo estudiantes y en ocasiones les apetece comunicar otras cosas que para ellos son muy importantes.

      La buena comunicación frena la rumorología, los malentendidos, el “yo creo que”  nos hace afirmar cosas que realmente no sabemos. 
     
      Somos seres sociales por naturaleza y la palabra es un don que nos diferencia a los seres humanos del resto de las especies. Saber comunicar, saber escuchar, nos ayudará en nuestro desarrollo como personas, y quizás también nos permita mejorar notablemente la comunicación con nuestros hijos .

Manuel Espada

Psicólogo ESO/Bachillerato.

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