LA IMPORTANCIA DE
SABER COMUNICARSE
Una de las herramientas más importantes que posee el ser humano es
la palabra, con ella nos podemos comunicar, expresar nuestros deseos, una
información, una advertencia, una aclaración, o simplemente decir algo que en el
momento y en la circunstancia te hacen expresar.
La comunicación juega en la sociedad actual un papel
preponderante. Y este fenómeno se observa tanto en el ámbito empresarial
(publicidad) e institucional, en el ámbito escolar, como en el personal. Incluso
las estadísticas señalan que, tanto hombres como mujeres, empleamos la mayor
parte de nuestro tiempo útil en tareas que se engloban dentro del área de la
comunicación. Por ejemplo, se calcula que ese tiempo representa el 90% de
nuestra vida cotidiana y que se distribuye de la siguiente manera: 45%
escuchando, 30% hablando, 16% leyendo y 9% escribiendo.
Por tanto, la comunicación se convierte en el eje central sobre el
que giran las relaciones humanas y, por consiguiente, también laborales, con
nuestros familiares, nuestros profesores, compañeros...Pero hay que saber
distinguir entre comunicación e información, dos términos que, con frecuencia,
confundimos. La información se limita, básicamente, a la transmisión de datos
de un emisor a un receptor, mientras que la comunicación comprende un proceso
mucho más complejo, que se relaciona con el intercambio de ideas y
conocimientos, a partir de los cuales, se genera una respuesta o feedback por parte de la
persona que recibe dicho mensaje.
Una cosa está
clara. Hoy más que nunca, es innegable que el saber comunicarse bien con los
demás, constituye una de las claves por excelencia para tener éxito en nuestras
profesiones y para enriquecer nuestra vida social y familiar. Si no decimos lo
que pensamos, la gente que tenemos a nuestro alrededor no entenderá lo que nos
pasa , lo que nos preocupa, lo que nos interesa. No sabrá lo que nos gusta y lo
que nos disgusta, y eso puede terminar siendo una fuente de conflictos, porque
en ocasiones podemos terminar diciendo las cosas a destiempo y “explotar” de
forma inadecuada, … en casa, en el colegio, con los compañeros, con los
hermanos, en el trabajo, con los hijos,...
También es muy
importante saber escuchar como elemento clave para tener una comunicación
adecuada. Como alguien dijo un día “si Dios nos puso en la cabeza dos orejas y
una sola boca, es porque hay que escuchar el doble de lo que se habla”. El
saber escuchar tiene como resultado que mejoras no solo lo que oyes, para su
mejor comprensión, sino que además ayuda y facilita un mejor entendimiento de lo
que expresan los demás. Y esto cobra más importancia a la hora de escuchar a nuestros hijos: antes de decir NO,... escuchemos, antes de prohibir,... escuchemos, porque para decir NO o para prohibir siempre hay tiempo. Nuestros hijos no son solo estudiantes y en ocasiones les apetece comunicar otras cosas que para ellos son muy importantes.
La buena
comunicación frena la rumorología, los malentendidos, el “yo creo que” nos hace afirmar cosas que realmente no
sabemos.
Somos seres
sociales por naturaleza y la palabra es un don que nos diferencia a los seres
humanos del resto de las especies. Saber comunicar, saber escuchar, nos ayudará
en nuestro desarrollo como personas, y quizás también nos permita mejorar notablemente la comunicación con nuestros hijos .
Manuel Espada
Psicólogo ESO/Bachillerato.
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